Sinopsis
Alfredo Piquer es un poeta en la mayor dimensión del concepto. Creador y consignador de la palabra escrita como constatación y testigo de la existencia, su condición de estudioso y artista, de conocedor del presente y del pasado y amante de la Historia y la leyenda, hace que mezcle lo real y vivido con lo irreal, pero existente, pues existente es todo aquello que no solo crea la Naturaleza, sino la propia mente humana.
En “Memoria de naufragios” navegamos por un libro en el que el mar es origen, marco y fin de toda la travesía. Un mar real y simbólico, en el que el autor descarga su memoria y su deseo, lleno de referencias donde el tiempo se expande y se concreta a través de poemas que alumbran la pequeña amargura que destila la conciencia, y que nos lleva al universo del autor, al menos su universo en estas páginas. En ellas vamos a encontrar un lugar de origen y destino, el paraíso señalado por el poeta. Un paraíso perdido y siempre anhelado, que se mantiene en la búsqueda del imposible regreso.
El anhelo y el deseo son siempre pérdida, pues en ellos se vislumbra, no el sueño de lo que se desconoce, sino la huella de lo vivido. Qué gran trayecto y qué variado resulta el alado camino de agua por el que discurre esta Memoria de Naufragios. Y que bien utiliza el vehículo elegido, el lenguaje, en sí mismo ya un acercamiento a la gloria que convierte el poemario en orfebrería, en obra trascendente, también desde la forma.
En este libro Alfredo Piquer equipara la memoria al sueño, el mar a la existencia, y en él encontramos un elemento, para mí, deseable en toda obra literaria: acompañamiento en el descubrimiento y profundidad en la reflexión. Memoria de Náufragos es un libro que acompaña desde la soledad, pero también desde la existencia acumulada, solidaria y compartida, y nos hace saber que la Poesía no solo es iluminación, sino también experiencia y camino de conocimiento.
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